Esta lírica se caracterizó por su interés marcado en los
temas derivados del racionalismo, como la ciencia y la filosofía, así como en
aspectos relacionados como la moralidad, como la preocupación por los más
pobres, la virtud y la fraternidad universal.
La poesía se convierte en un instrumento de “utilidad
social” y se presta menos atención a su componente estético, a su belleza. Se
abandona los temas amorosos en favor de la intención moral y didáctica. En
consecuencia, se recupera un viejo género de procedencia clásica: la fábula.
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Tomás de Iriarte (1750-1791) |
Esta fabulilla,
salga bien o mal,
me ha ocurrido ahora
por casualidad.
Cerca de unos prados
que hay en mi lugar,
pasaba un borrico
por casualidad.
Una flauta en ellos
halló, que un zagal
se dejó olvidada
por casualidad.
Acercóse a olerla
el dicho animal,
y dio un resoplido
por casualidad.
En la flauta el aire
se hubo de colar,
y sonó la flauta
por casualidad.
«¡Oh!», dijo el borrico,
«¡qué bien sé tocar!
¡y dirán que es mala
la música asnal!».
Sin reglas del arte,
borriquitos hay
que una vez aciertan
por casualidad.
Sin reglas del arte, el que en algo acierta es por casualidad.