Admiróse un portugués
de ver que en su tierna infancia todos los niños en Francia supiesen hablar francés. «Arte diabólica es», dijo, torciendo el mostacho, «que para hablar en gabacho un fidalgo en Portugal llega a viejo y lo habla mal; y aquí lo parla un muchacho». |
Oda III [Poema: Texto completo]Juan Meléndez Valdés | |
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